martes, 22 de marzo de 2016

Cirugía en la cara para problemas del corazón



Por: Felipe G. Flores*

La solución para detener al terrorismo islámico suní de una vez por todas está en el mismo mundo árabe.

El enardecimiento de las personas por los atentados ocurridos hoy en Bruselas se da con sobrada razón; un grupo de terroristas comienzan una serie de atentados con bombas por doquier y en serie, en el tanto que los servicios de inteligencia europeos, sobre todo el belga, quedan atónitos y maniatados en total impotencia mientras sus ciudadanos son destrozados por las bombas implantadas y detonadas con la sincronía de un reloj.

Los atentados ocurridos en Bélgica hoy no deberían de tomarnos por sorpresa, pues es claro que los mismos servicios de inteligencia han venido advirtiendo desde meses atrás acerca de esta situación y que podría darse en cualquier momento.

Mientras en Occidente una pierna le pide permiso para mover la otra en una eurocracia ineficiente y sobredimensionada, en el Medio Oriente se mueven con la facilidad de decisiones de los regímenes tiránicos disfrazados de monarquías, que por un lado prometen, juran y rejuran lealtad al resto del mundo y persecución y combate contra el terrorismo, y de otra parte lo financian.

Han sido los mismos estados del Golfo Pérsico los que han financiado al Estado Islámico, como bien se desprende de los reportes que los mismos servicios de inteligencia realizaron, y donde figuran reinos como el de Arabia Saudita, Qatar, Kuwait, así como una red de financistas privados.

Es curioso que los medios de comunicación masiva en Occidente, principalmente en Europa, quieran ocultar lo que en Medio Oriente es una verdad de Perogrullo, pues se sabe que estos estados tienen agendas expansionistas y que la creación de un Estado Islámico era ideal, no solo para emplear estrategias de desgaste contra regímenes enemigos de los suníes, sino también para expandir la influencia en la región vecina y en Occidente, sea por medio de una falsa diplomacia doble cara o con el uso de la fuerza.

Si Roma sitiaba las ciudades y les cortaba los suministros hasta que las famélicas ciudades perecían por inanición, Arabia Saudita y los estados del golfo utilizan una estrategia de desgaste que es de muy bajo costo, pues lo más caro es la pensión vitalicia que los beneficiarios de un terrorista suicida reciben, como recompensa por labor suicida ejecutada por el cometedor del acto terrorista, y muy efectiva porque los Estados occidentales deben de estar en constante vigilia y destinar una gran cantidad de recursos tan solo para prevenir posibles ataques, lo cual implica una destinación de enormes cantidades de tiempo y de energía para estar preparado y, de cuando en cuando, responder ante los ataques efectivos llevados a cabo, los cuales son realizados esporádicamente a propósito, con el fin de mantener elemento sorpresa como arma de guerra, que dicho sea de paso, es uno de los más efectivos que hay en el tema de combate.

Agréguesele a esta estrategia de desgaste de atentados suicidas y terroristas, que los costos de lavado de dinero, que son más bajos que en Occidente debido a la laxidad de los sistemas bancarios de los países del golfo, particularmente de Qatar y Kuwait, junto con el hecho que en la nómina deben de financiarse mezquitas y clérigos radicales, que si se analiza empíricamente los costes asociados con mantener una de estas mezquitas con clérigos radicales son mucho menos onerosos de lo que la gente piensa, a la postre es más barata que tener todo un ejército asediando una ciudad por meses o años, que era uno de los métodos preferidos por Roma.

Roma y Arabia Saudita junto con los países del golfo tienen en común que, no obstante la diferencia en la logística empleada para la consecución de las metas imperialistas, ambos quieren expandir su influencia y conquistar otras latitudes, para lo cual se valen de distintas estratagemas con el fin de confundir al público en general y de mantener una imagen de solidaridad y empatía, en tanto que por detrás le clavan la puñalada por la espalda al igual que hiciera Brutus con Julio César.

Si por una parte los saudíes y demás países del golfo dicen que lucharán contra el terrorismo, por otro lado ellos lo financian, demostrando así un doble discurso que tiene engañado a Occidente, sobre todo, a la población general de los países occidentales, pues los tecnócratas de los países desarrollados en Occidente están muy conscientes de cómo se maneja el ajedrez geopolítico y aun así prefieren apoyar a los estados patrocinadores del terrorismo, para salvaguardar los intereses económicos de las camarillas mercantilistas que se encuentran en el poder.

Un ejemplo de esto es Pakistán; bien es sabido por los servicios de inteligencia y los gobiernos occidentales que Pakistán da asilo y protección a los miembros del Talibán y de al-Qaeda, pues esta es otra verdad de Perogrullo, sin embargo, los estados se hacen de la vista gorda y ponen presión sobre la India para que no se defienda como debería de ser, cada vez que los servicios de inteligencia pakistaníes quienes junto de la mano de los talibanes y de al-Qaeda, penetran la frontera hindú y realizan ataques terroristas que no salen en las noticias de Occidente, debido a que Pakistán funge como un intermediario entre Occidente y totalitaristas, no obstante que también Pakistán apoya y promueve le terrorismo, con el completo apoyo de los servicios de inteligencia del aparato estatal pakistaní.

En uno de los documentos divulgados por Wikileaks, se demostró que el gobierno de los Estados Unidos tiene pleno conocimiento acerca del hecho que Arabia Saudita es una de las principales fuentes de terrorismo; así se desprende de un comunicado realizado por el servicio diplomático de los Estados Unidos y publicado por Wikileaks, donde se dice lo siguiente:

“Mientras que el Reino de Arabia Saudita (KSA) –por sus siglas en inglés, o con acrónimo en castellano de RAS- toma seriamente la amenaza de terrorismo dentro de Arabia Saudita; ha sido un reto continuo el persuadir a los oficiales saudíes para que traten el financiamiento de terroristas que emana de Arabia Saudita como una prioridad estratégica.” (La traducción es de carácter libre por parte del autor de este artículo).

Continúa el memorándum diciendo: “No obstante, los donantes en Arabia Saudita constituyen la fuente más significativa de financiamiento de los grupos terroristas suníes alrededor del mundo.” (La traducción del inglés al castellano, es libre).

Este mismo memorándum habla sobre Kuwait:

“El USG –acrónimo en inglés para referirse al gobierno de los Estados Unidos, que en castellano sería GEU- ha incluido constantemente al Gobierno de Kuwait (GOK) – por sus siglas en inglés, que en castellano sería GDK- acerca de las actividades específicas de los financistas del terrorismo en el país, las caridades kuwaitíes que financian el terrorismo en el extranjero, y la falta de una política kuwaití comprensiva contra el lavado de dinero y de un régimen financiero antiterrorista. En tanto que el GDK ha demostrado cierta voluntad para tomar acción cuando los ataques son contra Kuwait, ha estado menos inclinado a tomar acción contra financistas radicados en Kuwait y facilitadores que planean ataques fuera de Kuwait. Al Qa´ida y otros grupos continúan explotando a Kuwait tanto como fuente de fondos y como un punto estratégico de tránsito. “ (La traducción es libre y es de parte del autor de este artículo).

En aras de no extender este comentario más allá de lo necesario, me limitaré a mencionar que es evidente que los gobiernos de Occidente tienen pleno conocimiento acerca de quiénes son los verdaderos generadores del caos que hoy aqueja a Europa, pero al mediar petrodólares y tráfico de influencias de los saudíes, kuwaitíes y qataríes, entre otros déspotas de los países del golfo, desde hace muchos años, la prensa occidental calla estas cosas en completo contubernio con los facilitadores para que estas atrocidades se den.

La próxima vez que los lectores vean las noticias y escuchen a Arabia Saudita o a Kuwait rasgándose las vestiduras en público por los atentados terroristas, recuerden quiénes son los que financian a estos grupos, quiénes les dan asilo y quiénes les permiten transitar impunemente, y recuerden qué es exactamente lo que los tecnócratas no hacen para impedir que estas situaciones se den.

Con la persecución de células terroristas en Occidente sin atacar la fuente del cáncer social en los países del Golfo Pérsico, Occidente y está realizando cirugías plásticas en las caras de los pacientes que se ven desfiguradas por los ataques cardíacos y paros menores que los corazones de los estados occidentales sufren, creyendo que el problema de la apariencia física es un tema estético cuando en realidad es un problema cardiovascular.

Si occidente no tiene las agallas o no conviene atacar al tumor cerebral en los países del golfo, al menos podría tratar de abordar el tema del financiamiento que los países árabes realizan a los terroristas islámicos suníes, y si los estados del Golfo Pérsico se rehúsan a cooperar, al igual que han hecho con otros países que por mucho menos han sido suspendidos de los sistemas financieros y hechos a un lado como parias, con mucha más razón debe de dársele el mismo tratamiento a los regímenes financistas y patrocinadores del terrorismo, puesto que ponen en peligro la seguridad mundial y, por tanto, las vidas de millones de personas.

Fuentes:
- Wikileaks
- Cato Institute



*Felipe G. Flores es Abogado y Analista en Temas de Derecho Económico e Internacional.

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