domingo, 23 de enero de 2022

Estimados candidatos: quiero propuestas, no tiktoks


Por: Melany Mora*


Pensar en estas elecciones me hace respirar hondo. Celebro profundamente vivir en una de las democracias plenas de Latinoamérica, pero lejos de la esperanza, los sueños o las ilusiones que podría generarme un cambio de gobierno, estoy llena de angustia.


Sé que voy a hacer la tarea y que mi voto será informado, pero, a pesar de que hay 25 opciones en este álbum Panini que tenemos por papeleta, lamento verme obligada a votar por descarte.


Los jóvenes hemos sido históricamente el gran convidado de piedra en los procesos electorales; también, los olvidados de siempre a la hora de conformar gobiernos y tomar decisiones.


Representamos el 40% del padrón electoral, pero pareciera que los candidatos piensan que solamente deben hablarnos mediante tiktoks o haciendo hamburguesas.


No es de extrañar que el perfil de votantes indecisos (un 42,6% de la cantidad de personas decididas a votar) sea principalmente el de mujeres y jóvenes de entre 18 y 35 años. Pues claro, ¿cómo identificarnos con candidatos sedientos de poder que nos triplican la edad y ofenden nuestra capacidad crítica?


Se tiende a subestimar el voto joven como si hubiéramos sido nosotros los que hemos votado ciegamente por los mismos partidos durante 30 años seguidos, como si de un equipo de fútbol se tratara.


Se habla de que los “los jóvenes son el futuro”, que “no nos interesa la política”, pero lejos de un comportamiento político apático, somos el grupo poblacional que más ha dinamizado la actividad política en las últimas dos campañas electorales, según el Tribunal Supremo de Elecciones.


Más que el futuro, somos el presente. Así que no, no quiero verlos girar fingiendo ser helicópteros, quiero propuestas, ideas, soluciones.


¿Por dónde empezar? Tal vez atendiendo alguno de los muchos asuntos que nos preocupan como generación: la necesidad de una educación de calidad y su relación con la inserción en el ámbito laboral, la desigualdad de género o el calentamiento global, por citar algunos de los más mencionados en una investigación realizada en el 2021 por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).


Aspiro a que nuestros próximos dirigentes, como mínimo, nos garanticen los derechos humanos, con políticas inclusivas, teniendo el progreso como norte, que vean la cultura como un pilar vital para la sociedad y no como un ornamento, que logren reducir la odiosa desigualdad que nos frena y que le hagan frente a la crisis educativa que nos cobrará factura.


Y si no nos escucharon durante la campaña, resignada, pediré decencia. Un gobierno que haga lo mejor que pueda y una oposición que fiscalice lo mejor que pueda.


Espero que el nuevo gobierno deje de politizar cada decisión y de intentar polarizarnos para, al fin, remangarnos y trabajar juntos por Costa Rica.

Fuente: La Nación.

*Melany es comunicadora Audiovisual