Por Bryan Acuña*
Los
atentados terroristas de hoy en Bruselas, Bélgica, se sospechaban
que podrían ocurrir en cualquier momento por la cantidad de amenazas
que existían previamente contra el territorio.
Desde
noviembre del 2015 se advertía que “Bélgica es uno de los países
de Europa del que, en porcentaje, parten más yihadistas a Siria e
Irak”, ha explicado en ese mismo mes, Van Ostaeyen, durante su
intervención en un foro sobre terrorismo global organizado por el
Real Instituto Elcano, de Madrid España, instituto think-tank de
estudios internacionales y estratégicos que analiza el mundo desde
una perspectiva española, europea y global.
Uno
de los lugares de dónde se sospecha han surgido más integristas
islámicos en ese país es el distrito de Molenbeek al oeste de
Bruselas. Solamente en ese territorio hay cerca de 21 mezquitas,
algunas dirigidas por musulmanes de corte radical, según los
informes de inteligencia.
De
este distrito salieron Abdessatar Dahmane autor tunecino del atentado
en el 2001 contra Ahmad Sah Masud líder afgano que se oponía al
Talibán. Los tres cerebros del atentado del 11 de marzo de 2004
residieron en este mismo lugar, el terrorista que atacó el Super
Cacher de Francia en enero del año 2015 adquirió su armamento en
dicha región y Ayoud El Khazzani marroquí que intentó un atentado
en Francia en agosto de 2015.
Cabe
destacar que Bélgica ha estado bajo la lupa por intenciones de
grupos terroristas de atentar dentro de sus fronteras y por también
albergar integristas islámicos, el viernes anterior se captura en
este país a Salah Abdesalam en Monlenbeek, quien fue la cabeza de
los atentados de París de noviembre anterior donde estuvieron
involucrados dos musulmanes de origen belga.
Bélgica
es la capital europea por excelencia, allí se encuentran importantes
instituciones de la Unión Europea y se han enfrentado a operaciones
para desmantelar intentos de ataques tanto en el país como planes
para hacerlo en otros lugares del continente.
Hay
algún vínculo entre la captura de Abdesalam y los atentados del 22
de marzo, no necesariamente, estos planes se desarrollan con tiempo
de antelación, y se realizan en momentos en los cuales se ha bajado
la guardia en las alarmas de seguridad, los cebos que se han estado
dejando en algunas ciudades europeas de supuestas amenazas de bombas,
paquetes sospechosos y demás, podrían ser un guiño de que algo
mayor estaba por ocurrir.
Lo
que viene ahora después de estos atentados es incierto de plantear
en este momento, lo cierto del caso es que quienes están perpetrando
estos ataques son ciudadanos europeos, de religión musulmana, muchos
con condiciones sociales deplorables, y que se transforman en un
atractivo inmediato para los asesinos terroristas.
Lo
que genera en un gran dilema sobre si son realmente los integristas
infiltrados con los refugiados el problema real de los europeos hoy,
o si más bien la guerra que deben librar la tienen dentro y donde en
el momento menos imaginado se pueden dar más ataques porque no han
sabido combatir al enemigo que duerme en casa y está reclutando a
sus propios ciudadanos y quien querrá tomar la batuta para
solucionar el problema será la extrema derecha xenófoba y racista,
lo que será como querer apagar un incendio con gasolina.
*Bryan Acuña es Licenciado en Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de las Américas, especializado en la temática de Oriente Medio.
Querido, cabe remarcar que Bruselas es el corazón de la UE, política, económica y donde se debaten los grandes retos del continente y del resto del mundo.
ResponderEliminarEste atentado ha sido un mensaje claro al mismo corazón de Occidente: "En ningún sitio os podeis sentir seguros !!!"