Por Lic. Brayan Acuña Obando (Analista Internacional)
La fotografía que ha
dado la vuelta al mundo de un niño sirio ahogado en las costas mediterráneas
claro que genera indignación, sin embargo o la gente que hoy protesta de manera
tan enérgica ha estado viviendo en otro planeta o hasta ahora se han dado
cuenta de la magnitud de la crisis que durante casi un lustro tiene a Siria de
cabeza en una lucha sanguinaria, entre los partidarios del gobierno, los
opositores y grupos fundamentalistas radicales que buscan “talibanizar” ese
país, aunque en la actualidad lo tienen divido técnicamente en tres frentes
generales: el de los partidarios a Al Assad, el de los kurdos y el de los
opositores al régimen de Bashar, quienes a su vez se dividen entre islamistas y
no islamistas. En un país que se ha considerado en uno de los Estados Fallidos
del Medio Oriente.
En Siria se
contabilizan 215.000 muertos hasta marzo de este año (Datos Naciones Unidas), 7
millones de desplazados hasta agosto de 2015 (datos de la ACNUR), uso de armas
químicas, uso de bombas de barril, ataques a poblaciones civiles, secuestros, violación
de poblaciones sensibles, destrucción de patrimonio histórico, persecución
contra minorías religiosas (kurdos, cristianos, yazidíes) de manera que podría
ser catalogada en algunos años como genocida. En términos generales, un país dividido,
destrozado y con una crisis humanitaria profunda. Esto solamente mencionando el
caso sirio, sin ingresar a lo que ocurre con la crisis política de Iraq y el
Califato Islámico, que es una parte importante de lo que ocurre en Siria.
Y el tema no se queda
ahí, mucha de la población desplazada que quiere salir de la zona de conflicto,
o que es expulsada por creencia religiosa o por el temor que infunden las
agrupaciones que se enfrentan, procuran partir a buscar mejor calidad de vida.
Cientos de miles de estos desplazados han buscado en Europa el asilo para dejar
atrás el oscuro panorama y la espiral de violencia que se desarrolla en sus
países de origen, pero si bien los europeos han ofrecido ayudar a un número
determinado de migrantes, no pueden absorberlos a todos, y no lo harán.
No pueden, porque esto
generaría una crisis política y social a lo interno de sus respectivos países,
ningún país está preparado para absorber un número inmenso de ciudadanos que
tienen una formación y cultura completamente distinta a las del país de
acogida, de esto dan fe algunos cambios que han tenido en países como Francia o
Alemania por ejemplo, en la absorción de un grupo determinado de ciudadanos
argelinos y turcos respectivamente que han hecho una composición social y
política a lo interno un tanto compleja.
En ambos países, dichas
agrupaciones sociales crean una especie de país a lo interno, hablan su propio
idioma, pocas veces aprenden el idioma del país de acogida, de forma
clandestina aplican sus propias normas morales (basadas en la ley religiosa) y mantienen
un control sobre todas las practicas a nivel interno de las comunidades. No hay
apertura tampoco en muchos casos para asociarse con la nueva sociedad que les dio
espacio, no se integran y mucho menos se mezclan. Aunque no es en todos los
casos así, y hay ejemplos de grupos de estas personas principalmente de nuevas
generaciones que no se ven ni como turcos ni como argelinos, sino como alemanes
o franceses.
Y en Europa tampoco querrán
absorber a este número inmenso de migrantes, porque el grueso de la población
no está de acuerdo en hacerse con la problemática de dichas poblaciones. Esta
idea activa y le da fuerza a agrupaciones de extrema derecha que no quieren
nada con inmigrantes, indiferente de su origen y se teme por la vida de estos
grupos que vendrían huyendo de la violencia en sus países para enfrentar una
nueva crisis en el territorio que les abra las puertas.
De igual modo, los
desplazados no tienen muchas opciones de movilizarse, dentro de los países
hermanos no hay un pasado muy alentador para migrantes, como el caso palestino
quienes en su mayoría se ubicaron en Jordania, Líbano y Siria, siendo este
último el único país donde el gobierno les aseguró la mayoría de los derechos civiles.
Pero en Líbano donde
hay discriminación laboral contra las poblaciones palestinas, muchos de los
cuales terminan trabajando para la organización islamista Hezbollah porque no
queda de otra. Está el caso de Jordania donde son vistos como ciudadanos de
segunda categoría, por lo tanto no son un ejemplo de territorios hacia los
cuales los migrantes sirios (también iraquíes) quieran o puedan huir.
Ni se diga de los
ejemplos de los ricos países del Golfo, que no acogerán a los inmigrantes
sirios principalmente porque estos países son Sunitas y quienes huyen son
chiitas y otras minorías religiosas, además que tampoco son buenos ejemplos de
absorción. Kuwait por ejemplo en los años 90 expulsó a gran número de refugiados
palestinos por las posiciones políticas de Arafat respecto a la invasión que el
gobierno iraquí al mando de Sadam Hussein efectuó contra este territorio para
anexarlo al gobierno de Bagdad.
Por lo tanto, también
es indignante que la crisis humanitaria no tenga una salida, que estas
poblaciones no puedan establecerse en un sitio sin el temor que en cualquier
momento sean víctimas de ataques de grupos radicales, y que la única salida que
les queda es hacer como las agrupaciones kurdas y yazidíes que han creado un
frente militar para hacer retroceder a los grupos que vienen a exterminarlos.
Y desde la Comunidad Internacional,
el silencio y la complicidad son aberrantes, insultantes, terribles. La inacción
que practican los hace parecerse a los países que permitieron la expansión de
los nazis y los asesinatos masivos generados por estos, claro los nazis y los islamistas
comparten un totalitarismo y odio por los que no son como ellos que enferma en
sus prácticas inmisericorde.
Claro que todo esto es
indignante, pero no solamente la fotografía que hizo masiva EFE; esperando que
no busquen un premio por lo denigrante de semejante imagen. Es indignante
porque las voces que hoy hacen alarde del dolor que les provoca la foto, no han
hecho mucho eco protestando por la situación de esos países en más de 4 años de
conflicto y lo hacen ahora por es un “Trending Topic”, pero cuando pase la “moda”
de los niños ahogados en las costas mediterráneas, de nuevo se olvidarán de
todo lo que ocurre en ese sector del planeta y continuarán sus vidas, hasta que
aparezca el siguiente “Hashtag” que sea el “Bum del momento”.
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